- 7 junio, 2017
- Posted by: BTODigital
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Tras un 2016 en el que los estrenos en la Bolsa española fueron decepcionantes, Cash rompió esa racha negativa. La filial de blindados de Prosegur se estrenó en el parqué el pasado viernes 17 de marzo, con una subida del 3%, hasta los 2,06 euros por acción. “Un éxito”, fue la expresión utilizada por los expertos en esa jornada.
La inestabilidad y el riesgo político vividos en 2016 hizo que muchas empresas se replantearan o postergaran sus planes iniciales para debutar, como Telefónica con su filial Telxius. “Hubo algunas compañías que cancelaron sus salidas a Bolsa”, recuerda Gonzalo Sánchez, analista de Gesconsult. Las tres únicas OPV en España durante el año pasado no consiguieron terminar el primer día de cotización con ganancias. La cadena de comida rápida Telepizza protagonizó el peor estreno bursátil de la historia nacional, con un desplome del 19%, mientras que Parques Reunidos y Dominion se dejaron un 4,84% y 5,84%, respectivamente.
Sin embargo, la filial de la empresa de seguridad que preside Helena Revoredo abrió la puerta de los finales felices tras el tradicional toque de campana con el que da comienzo la andadura de una empresa en Bolsa. Esta misma semana la inmobiliaria Neinor Homes debutó con una subida del 3,16%. Queda por ver si Gestamp logra repetir la hazaña el próximo 7 de abril. “La salida a Bolsa no solo se basa en qué compañía debuta, sino también en el contexto, y ahora el contexto es mucho mejor por las alzas moderamente fuertes del mercado”, afirma Sánchez.
Desde su debut, las acciones de Cash se han revalorizado un 7% en estas dos semanas. Además los títulos siempre se han mantenido por encima de los 2 euros que se fijaron como precio de salida y el viernes cerraron en 2,14 euros. En el informe de inicio de cobertura, Rafael Cavanillas, analista de Ahorro Corporación, le otorgó una valoración de 2,45 euros por acción.
Prosegur Cash está considerada como el activo más preciado del grupo de seguridad. “Es la joya de la corona del grupo”, afirma Sánchez. Nació como sociedad independiente en febrero de 2016 como escisión de la unidad de negocio cash del grupo Prosegur. Cuenta con una plantilla superior a los 55.000 empleados, una flota de más de 9.000 vehículos y tiene presencia en 15 países.
Cash ganó 178,9 millones de euros en 2016, una cifra similar a los 179 millones del año anterior, aunque muy por encima de los 170 millones de 2014. Los ingresos de la filial ascendieron a 1.724 millones, frente a los 1.746 millones del ejercicio precedente. El negocio de gestión de efectivo aporta a Prosegur el 44% de su facturación.
El resultado de explotación (ebit) fue de 385,4 millones de euros, un 2,2% más que en 2015. “Es la división que mayor margen genera para el grupo”, señala Sánchez. Además, los de Gesconsult y Ahorro Corporación señalan que la compañía dispone de unos márgenes el doble que sus dos rivales cotizadas, Loomis y Brinks. “Estimamos que su PER 2017 se sitúe entre el líder mundial (Brinks) y la media del sector. Esto implica un precio objetivo de 2,6 euros”, señala el analista Rafael Cavanillas, en un informe de Ahorro Corporación.
La gran baza de Prosegur frente a rivales es el posicionamiento geográfico de Cash, que cuenta con una fuerte presencia en Latinoamérica. Este continente supone en la actualidad un 60% de los ingresos del grupo, mientras que sus competidores se centran más en el norte de Europa. “Esperamos que la compañía se beneficie de la alta inflación y del poder de fijación de precios en la región”, señala un informe de BPI.
Algunos inversores mostraron sus dudas al tratarse de un negocio centrado en el dinero en efectivo, cuando se está produciendo una transición hacia medios de pago digitales. Países como Suecia o Islandia promueven medidas para abandonar el efectivo y Dinamarca marcó 2030 como fecha límite para erradicar el uso de monedas y billetes. Sin embargo, en Latinoamérica todavía tiene recorrido. “El efectivo va a tener un mayor aguante en los países donde está presente Prosegur Cash, que en otras regiones como Europa o EE UU. En Latinoamérica todavía tiene que haber un boom del transporte del efectivo”, afirma Sánchez.